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Autor: VV.AA
Editorial: DISTOPICA. REVISTA CRÍTICA E INTERCULTURAL
Publicado en: 2021

«La academia es el lugar que nos ha convocado, dónde nos conocimos y encontramos en las paredes de un claustro, en un salón de clases, en una dinámica de investigación, mediados por el privilegio del acceso a la educación, con el tiempo libre y disponible. A partir de este lugar de enunciación hemos presenciado la razón indolente de los regímenes académicos, las posiciones academicistas y el culto a la presunta objetividad. Así es que nos embarcamos en la creación de un espacio al margen de las dinámicas comentadas, a través de una labor crítica, interdisciplinar e intercultural, donde como prioridad tenemos las escuchas profundas y la artesanía de las prácticas.

Esta primera edición de nuestra revista deslocalizada, crítica, intercultural, versa en lo que denominamos EL COMPROMISO DE LA ACADEMIA CON LAS REALIDADES SOCIALES, no como una posición afirmativa, o un imperativo, más bien como una confrontación desobediente y desautorizada al margen de la academia hegemónica, fronteriza y cada vez más corporativa. Así que hemos invitado a algunxs compañerxs de diferentes coordenadas y agendas que se encuentran dentro y fuera de espacios académicos, para dialogar los muros y proponer las grietas como manifiesto político de nuestras intenciones, proposición de nuestras posiciones. Lo consignado aquí no es, bajo ninguna circunstancia, una narrativa doctrinal sobre lo que “debería ser” una academia comprometida, son imágenes de ausencias y emergencias de conocimientos y saberes, que se encuentran dentro de la academia, se desbordan u ocurren al margen de ella. Así pues, como diría el SupGaleano, estos textos tienen la posición de un vigía que avizora las tormentas venideras y hace parte del cuerpo colectivo, con funciones y quehaceres de resistencia, más no credo, dogma, doctrinas, cátedra, investigación bajo la asepsia del laboratorio, presunción de cientificidad (SupGaleano, 2015).

Un buen acercamiento a esta discusión se encuentra en el texto de Nancy Ramírez, secretaria política del Frente Estudiantil de Ciencia Política (FECIP) de la Universidad Autónoma Metropolitana, plantel Iztapalapa (UAM-I), quien tensiona la influencia de las corrientes filosóficas europeas en México. Desde una visión crítica resalta la mínima o nula presencia de la filosofía nacional en los planes de estudio, además de cuestionar el academicismo filosófico que nubla la mirada sobre las dinámicas sociales que suceden en tiempo real en los territorios, dejando al estudio filosófico en un lugar estéril que poco aporta para entender y accionar las realidades sociales.

En la misma línea, pero desde otro lugar enunciativo Jesús Fernández, maestro en Artes plásticas de la Universidad del Cauca (Colombia) y el cofundador del Proyecto Rojo Azabache, los Estudios Creativos ARISTA y Ciencia Tecnología y Arte (CODEC), asume la discusión sobre la museología entendida con el lugar en el cual se analizan pensamiento e inquietudes en torno a la memoria entre revoluciones, reivindicaciones y pasados, que podrán navegar o hundirse por el peso de los años. Jesús plantea que detrás de la toria se dispone un gigantesco aparato ideológico que por medio de dispositivos especializados manejan lo que se puede contar o no. El museo puede emerger como propuesta para visibilizar los fenómenos sociales en alto contraste, sin embargo, cuenta con límites y peligros que se abordarán en el documento.

En un punto intermedio se encuentra el texto realizado por nuestrxs grandes amigxs Kelly Portocarrero y Juan Andrés Cerón, integrantes de DISTÓPICA pero también del semillero de investigación Distopía, del programa de Ciencia Política en la Universidad del Cauca, quienes proponen un llamado y también una intención de las nuevas generaciones que llegan a tejer caminos dentro del mismo, confrontando y cuestionando permanentemente la academia. Este documento será el salto entre el cuestionamiento de las posiciones hegemónicas del conocimiento y el manifiesto de alternativas posibles para hacer frente a las anteriores, esto reconociendo la labor deslocalizada de gestión cultural realizada por Distopía a través del Café Distópico como diálogo/trueque de conocimientos y saberes.

Siguiendo estas propuestas de re-existencia contamos con el trabajo de Mario Dulcey, cuentista y licenciado en Lenguas Modernas de la Universidad del Cauca y becario del Diplomado Pacífico de Escritura Creativa del Instituto Caro y Cuervo y del Laboratorio de Literatura Africana de la Fundación Manos Visibles. Mario continúa el debate abierto en la ciudad de Popayán a través del derribamiento de Sebastián de Belalcázar por la comunidad Misak, partiendo de la desmonumentalización de los homenajes al colonialismo, despojo de tierras y promoción de teorías racistas que hasta ahora están vigentes en la ciudad. Este artículo propone un camino de construcción de verdad, reparación y justicia para las comunidades negras, campesinas e indígenas del Cauca, a través del desocultamiento de las lógicas coloniales encerradas en estatuas, placas, museos y homenajes de la “ciudad blanca de Colombia”.

En lo que respecta a la creación artística como resistencia a prácticas y narrativas hegemónicas producto de la empresa colonial y la interpretación de occidente del mundo, nos encontramos con la apuesta de la colectiva de arte-creación “Las Milpas”, gestada por inmigrantes de Abya Yala en la casa del amo/reino de España. A través de su tiempo de fuga feroz posibilitan un espacio de acción-reflexión sobre las experiencias de sus cuerpas diaspóricas a partir de un enfoque antirracista y anticolonial, a través de tres ejes: un calendario propio en el sentido andino tiempo-pacha, la desmonumentalización de los colonizadores leídos como héroes a través de la colonialidad del poder y la ficción visionaria como fuerza de re-existencia y conmemoración de las memorias ancestrales.

Finalmente, nos encontramos al bordado como saber insurgente y práctica descolonizadora en el texto realizado por Marlene Gildemeister y Mayra Sánchez, ambas integrantes del proyecto editorial Maqui Warmi. Esta labor se desprende como el resultado de trabajos de finalización de máster presentados en la Universidad Autónoma de Madrid y de doctorado en la Universidad Federal do Rio Grande do Sul, producto de la juntanza y trabajo colectivo de las autoras en la colectiva y espacios múltiples de militancia. El texto plantea al bordado como práctica cultural, desde diferentes sujetxs y lugares de enunciación, para posteriormente, situar al bordado como saber insurgente que descentra las estructuras coloniales del saber a través del desborde del lenguaje alfabeto céntrico en lo que se considera una “altergeografía del poder” dónde la memoria individual y colectiva es puesta en el centro de los círculos de bordado.

No se han dispuesto los textos en el orden que se presentarán eventualmente en el índice, es una forma de lectura de las múltiples posibles. Invitadxs están a afrontar la lectura, ser interpeladxs y posibilitar, de alguna manera, los diálogos simétricos que hemos querido propiciar en este espacio.»