
El poder puede residir en el lenguaje: idiota, loca, tullido, aberración, minusválida…
Todas esas palabras son marcadores para expulsar del mundo normativo, para encerrar en la jaula de la discapacidad y dejar patente que sólo es permisible la capacidad corporal (y mental) obligatoria como apunta Robert McRuer. El lenguaje es algo a revisar(nos), pero también las formas en las que nos apropiamos de las voces diversas para legislar en su nombre, la imposición de una intelectualidad hegemónica, la explotación laboral invisible, la infantilización (y esterilización) de los cuerpos y de las mentes y la falta de propuestas para la construcción conjunta de espacios amables y justos para todas.
Por eso pusimos en marcha estas jornadas en el año 2022, porque necesitamos pensar sin la hipocresía institucional que solo hace rampas, sin los lavados de cara de las empresas que se apuntan al carro de “los colectivos a salvar”. Necesitamos conocer la discriminación histórica y actual y visibilizar (para destruir) un mundo capitalista que busca catalogar a unas personas como “discapacitadas” mientras se dedica a destruir poco a poco y en silencio los cuerpos que ahora denomina “normales”.
Os proponemos un viaje por las diversas actividades realizadas hasta ahora. Están alojadas en nuestro canal de Youtube. Pero además, estad atentas porque se aproxima un nuevo bloque de temáticas y propuestas en torno a la diversidad funcional. Tenemos demasiadas conversaciones y acciones pendientes en el marco del anticapacitismo.