Desde un posicionamiento claramente crítico y radical, las jornadas que hemos denominado
La palabra rota, pretenden ser un espacio en el que reflexionar y debatir en torno a una cuestión olvidada (incluso despreciada por la
élite cultural): las rupturas del lenguaje coloquial en la escritura del poema. Tal actividad, que es ante todo un método de análisis y exploración de la realidad, es además un proceso generador de realidad y, por lo tanto, -queramos o no- transformador de la realidad. Frente al colapso capitalista en el que nos hallamos, profundizar en todo lo relacionado con esa transformación es, pues, esencial.
Primera cita de La Palabra Rota con los poetas Antonio Mendez Rubio y Vicente Gutiérrez...
Antonio Méndez Rubio (Valencia)
Todas las palabras están rotas (por la necesidad que tienen unas de otras)
La poesía como un lugar de cruce entre la soledad y lo común, es decir, como una práctica política tan precaria como necesaria. El poema da un salto al vacío para atravesarlo y volver productiva (fonética, rítmica y sintácticamente) la falta de aire, la falta de sitio, la falta de sentido. Un lugar espectral, imprevisible, donde la crisis se pueda volver crítica.
Vicente Gutiérrez Escudero (Santander)
El poema-collage; la poesía como juego y deconstrucción.
El poema construido con recortes de titulares de periódicos; una práctica inútil e improductiva contra la disciplina de la significación. El azar como vía de conocimiento, fuente de placer y organización de otras formas de percepción de la lengua. La libre asociación de ideas y la polisemia frente al absolutismo de la comunicación y la inteligibilidad. Irracionalismo, extrañeza y ruptura sintáctica frente al lenguaje cotidiano. Poesía entendida como juego pero también como insurrección del "habla" frente a las hablas “convencionales”.