Quienes sueñan de día se balancea como una barca entre los territorios de la locura y la pintura. La acción transcurre entre un sanatorio psiquiátrico
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Quienes sueñan de día se balancea como una barca entre los territorios de la locura y la pintura. La acción transcurre entre un sanatorio psiquiátrico situado a la orilla de un lago y un misterioso edificio de la ciudad vecina. Entramos en un laberinto de alucinaciones individuales y colectivas. No sabemos muy bien quienes son locos o cuerdos en esta historia circular. Simplemente cada personaje vive en su mundo de ensueños, ilusiones, temores…, más o menos infundados, y lo narra en tiempo presente y en primera persona de singular.
ALBERTO MUÑOZ (Torrelavega, 1954) ha publicado dos libros de poesía visual: Pastor a la intemperie (Cantárida, 2013) y Dislocaduras (Coeditado por Zoográfico y L.U.P.I. 2017), el poemario Presagio de un relámpago (Libros del aire. 2019), un libro de relatos: Hilos de tiempo (Libros Indie, 2020), y la novela El valor de la mentira (2021).
Enlace para inscribirse: https://forms.gle/kbKrxEdhxoNoKSoN7
Death Cafe es un grupo organizado de discusión sobre la muerte sin un guión cerrado ni objetivos
Death Cafe es un grupo organizado de discusión sobre la muerte sin un guión cerrado ni objetivos concretos. El propósito es fomentar la conciencia social de la muerte desde varios puntos de vista para valorar la vida y romper el tabú que supone hablar de todo lo relacionado con la muerte. El modelo Death Cafe fue desarrollado por Jon Underwood y Sue Barsky Reid , basado en las ideas de Bernard Crettaz. Desde 2011 se han llevado a cabo casi 4000 sesiones en más de 40 países. En el Death Cafe tan sólo se pretende hablar libremente de la muerte mientras se toma un café y un bizcocho o pastas. No es un grupo de apoyo al duelo ni un lugar de apoyo a experiencias personales. No pretende recaudar fondos. Tampoco pretende elaborar conclusiones del encuentro. Es confidencial y respetuoso. El Colegio de Enfermeras y Enfermeros de Cantabria propone esta experiencia a la Librería La Vorágine de Santander, por su espíritu critico, constructivo y su compromiso social, así como la oportunidad que ofrece para hacer preguntas y dudar de lo que se nos presenta como “lo normal”, “lo natural”, “lo conveniente” o “lo universal”.