20,00€
Autor: AMAIDUME; IFI
Editorial: EDICIONES BELLATERRA
Publicado en: 2019
ISBN: 978-84-7290-870-3
“¿Puede una hija ser considerada como un hijo? ¿Y puede una mujer tomar a otra como esposa, cumpliendo abiertamente con todos los requisitos que la tradición matrimonial impone al novio? La respuesta es en ambos casos positiva, aunque contradiga lo que apunta el sentido común, que asocia de forma unívoca sexo y género, masculino con masculino y femenino con femenino. No hay que ir muy lejos para encontrar un ejemplo de la primera de estas extrañas categorías aparentemente contra natura: he ahí la pubilla catalana. Cuesta algo más encontrar muestras de la segunda, pero África alberga un buen número de ellas. Ahora bien, pese a su título provocador, este libro no es una recolección de rarezas, sino un análisis de los roles de hombres y mujeres en uno de pueblos más numerosos y cosmopolitas del África contemporánea, los igbo de Nigeria. Y no se trata de un retrato parcial, centrado en el pasado o en costumbres en extinción. Al contrario, aborda la variable género en el conjunto de la actividad social y arranca de la historia para proyectarse sobre el futuro, tanto de su propia sociedad, como de toda la humanidad actual, comprometida con la equidad y la justicia social. Amadiume defiende que, entre los igbo, y en el África en general, el dominio patriarcal es una secuela de la explotación colonial. Por el contrario, en el período precolonial, sexo y género podían no coincidir, negando, pues, la pretendida universalidad de la subordinación de las mujeres. Entroncando, quizás inconscientemente, con otros autores africanos como Cheikh Anta Diop, Amadiume propone una concepción africana del matriarcado que no es una mera visión especular del patriarcado, como ocurre en gran medida en el mito de las amazonas: el matriarcado africano se asentaría en la autonomía de los géneros y en la construcción de los equilibrios sociales desde la diferencia, y no desde el imaginario de la igualdad. Dada la bien conocida persistencia «recalcitrante» de las tradiciones al sur del Sáhara, la visibilización del género de las abuelas podría ser una inesperada oportunidad para las nuevas naciones africanas. La obra fue ampliamente aclamada desde su publicación en 1987. Y también igualmente discutida, de forma más o menos abierta. Amadiume cuestionó enérgicamente el feminismo dominante teoría y praxis social que consideraba marcado por el mismo sesgo cultural que el colonialismo. Al hacerlo abrió un horizonte diverso a las luchas por los derechos civiles, empezando por los de las mujeres: no todas las sociedades tenían por qué dotarse de las mismas figuras jurídicas, ni de las mismas concepciones en su camino hacia el bien público. Esta perspectiva ha sido ignorada en muchos círculos occidentales, pero se ha difundido espectacularmente en eso que hemos llamado el mundo en desarrollo.”