17,00€
Autor: LIEBEL; MANFRED
Editorial: BAJO TIERRA EDICIONES
Publicado en: 2022
ISBN: 978-612-46335-4-6
“Un motivo para reflexionar sobre infancias postcoloniales es que las personas que viven en Europa saben poco sobre niños e infancias fuera de Europa y América del Norte. Cuando hablo de infancias postcoloniales, quiero expresar que la colonización de los continentes ajenos’ tiene consecuencias para la manera de pensar, hablar y escribir sobre las infancias de hoy y debe ser reflexionado críticamente’ nos explica el autor.
Además de pensamientos postcoloniales críticos, el libro muestra de qué manera estos se pueden aprovechar para la investigación de las infancias de hoy. Con ejemplos concretos, Liebel muestra cómo las y los niños tanto del Sur como del Norte Global se ven afectados de las relaciones de poder desiguales postcoloniales, cómo las enfrentan en la vida cotidiana, y cómo surgen nuevas formas de infancia y su agencia. Presta especial atención a los movimientos sociales liderados por niños, niñas y adolescentes (NATs), la importancia y los dilemas de los derechos de la infancia, y cómo, con sus prácticas, disputan el paternalismo heredado del colonialismo y plantean una nueva forma de ciudadanía de los y las niñas, que viene desde abajo.
Liebel realiza una decodificación de muchos de los significantes que acompañan a la infancia de nuestros días y en nuestras latitudes (aquí desde una mirada focalizada en las infancias latinoamericanas). Significantes tanto de tipo simbólico, social, político, etc., inscritos, la mayoría de las veces, en prácticas de colonización cultural. Y todo ello desde una decidida defensa de la capacidad de los niñas, niñas y adolescentes y de su lugar en el mundo como sujetos de derechos y ciudadanos plenos. Y del coprotagonismo que la infancia ejerce desde el reconocimiento de la interdependencia generacional.
‘Comencé a darme cuenta de que los niños a menudo sacaban su fuerza del hecho de cuidar tanto de sí mismos como de otros, de asumir responsabilidades y, como creo que es decisivo, también del reconocimiento de la gente de su entorno. De la observación que los niños se apoyaban mutuamente, surgió de mí y de mis colegas con los que tratamos de ayudarlos, la idea de promover su autoorganización (p.13).'”