Hartémonos de amor ya que no podemos hartarnos de pan es un paseo estimulante e instructivo por la historia que emerge del vínculo entre el movimiento libertario y la lucha por los derechos sexuales y reproductivos. Una conexión, sin duda fructífera, que ejemplifica la incuestionable capacidad de intervención política del anarquismo durante el último tercio del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX.
Finalmente, la autora repasa las estrategias de control y disciplinamiento de los cuerpos con las que opera el Poder, planteando al mismo tiempo una serie de propuestas que contribuyen a rearmar el argumentario teórico-práctico del movimiento libertario en relación al tema; algo que se antoja imprescindible en un marco político regresivo como el actual.