- Por tercer año consecutivo la librería asociativa aparece entre las principales entidades e iniciativas culturales de la comunidad autónoma.
- La Vorágine, sostenida por una red de aliados y aliadas y por el apoyo de una amplia comunidad, es un referente único en el país.
La publicación de los resultados del Observatorio de la Cultura 2021 de la Fundación Contemporánea consolidan a La Vorágine, la librería asociativa y el centro de cultura crítica de Santander, como una excepción en el país. Se trata de la única librería que aparece en los rankings de insignias culturales por comunidades autónomas, y repite, por tercer año consecutivo como una de las iniciativas culturales más importantes de Cantabria, por encima de entidades emblemáticas o dotadas de grandes presupuestos. El único caso comparable con La Vorágine es el de la Editorial Pepitas de Calabaza, que aparece entre las insignias de La Rioja, y que, además de su intensa actividad editora, abrió en 2020 un espacio cultural y librería denominado Semilla Negra.
“Es un éxito de la cultura crítica y colaborativa. La Vorágine tienen una intensa actividad cultural gracias a la comunidad que la sostiene económicamente, a la colaboración con otras entidades no lucrativas, con entidades públicas, y con voluntarios y voluntarias que hacen de nuestro proceso algo vivo, emocionante y mutante”, explica Carmen Alquegui Lanas, presidentas de la Asociación la Vorágine Crítica.
En el año 2021, La Vorágine, a pesar de las restricciones y limitaciones derivadas de la pandemia, ha programado 105 actividades con la participación de 2.868 personas, ha impulsado el proyecto de microconciertos Notas al Margen y programó en los Diques de Gamazo, Cultura al Aire Libro, entre otras acciones destacadas. Además, impulsa la editorial crítica La Vorágine e impulsa ciclos de largo aliento como (In)capaces o Ciencia Crítica para una Era Crítica. En sus casi 10 años de existencia, La Vorágine ha programado 1.163 actividades con la participación de 35.995 personas.
“Los rankings no nos mueven pero nos parece que este es un reconocimiento de los agentes culturales a las propuestas que gracias a lo colaborativo y desde la periferia cultural, desde la óptica económica y política, se puede dejar una profunda huella en el territorio”, profundiza Alquegui Lanas.