Dexpierte es un colectivo colombiano de experimentación y creación gráfica cuya apuesta en estos más de 12 años, se basa en el desarrollo de intervenciones, análisis y crítica reflexiva sobre
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Dexpierte es un colectivo colombiano de experimentación y creación gráfica cuya apuesta en estos más de 12 años, se basa en el desarrollo de intervenciones, análisis y crítica reflexiva sobre los olvidos interpuestos en la historia latinoamericana; amnesias generadas en el marco de situaciones sociales vinculadas al conflicto y a la violencia estructural y cotidiana. Para conocer el impresionante trabajo de Dexpierte vamos a tener un encuentro con Mauricio Poveda, sociólogo y artista independiente integrante del colectivo Dexpierte. Dexpierte concibe su practica artística como un ejercicio comunicativo en permanente diálogo en cuyo oficio se interpelan los escenarios y lugares de memoria publica existentes o imaginados en ella y la manera en que socialmente se reconstruyen sentidos o significados frente a la identidad colectiva, la vida y la existencia misma como pueblos; para ello, la práctica artística del colectivo se basa en el uso del cartelismo, la pintura, el stencil, videoarte, performance y cualquier otro tipo de lenguaje gráfico y estético que apunte a generar la atención, cuestionamiento y reflexión de quien observa y escucha.
En una época marcada por los intentos frustrados de transformación social, y desde un afecto de desesperanza y cancelación del futuro, proliferan discursos que acusan a la izquierda de haber
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En una época marcada por los intentos frustrados de transformación social, y desde un afecto de desesperanza y cancelación del futuro, proliferan discursos que acusan a la izquierda de haber abandonado a la clase trabajadora y desatendido la politización de la cuestión social. La lucha de clases, los problemas económicos y las preocupaciones materiales habrían sido sustituidas por las políticas de la identidad y las luchas por el reconocimiento. Se señala una complicidad entre la llamada «izquierda cultural» y el neoliberalismo. Y quienes han quedado excluidos de esta alianza progre reciben el nombre de los olvidados, los perdedores de la globalización, quienes quedaron en los márgenes en la América desindustrializada de Detroit, en la Francia periférica, en la España vacía o en la Inglaterra rural. Este ensayo se propone atender a la coartada reaccionaria que se esconde tras estos planteamientos. Los olvidados son presentados como una imagen en la que parece vivir aun cierta pureza y evidencia proletaria. Pero se trata de una superficie de inscripción de odios y resentimientos. Contrario a este conservadurismo sensible, necesitamos trazar nuevos imaginarios que den cuenta de la fragilidad identitaria de nuestras sociedades luego de la larga travesía que nos legó la derrota obrera del siglo pasado, y sus hilos latentes aún por descubrir.