Nuestro gran amigo y cinéfilo sin remedio Gilberto Ortega González nos introducirá con rapidez en Louis Malle antes de visionar la magnífica Ascensor para el cadalso (Ascenseur pour l’échafaud), de 1957. La primera película de Malle, tenía sólo 25 años, rompe los moldes de la dramaturgia del cine clásico en una historia de asesinato en clave de cine negro. La banda sonora corre a cargo del gran trompetista de jazz Miles Davis.