Colombia sigue sangrando. La realidad de lo que se llamó postconflicto es la continuación del mismo. El gobierno de Iván Duque viene saboteando de manera consciente cualquier posibilidad
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Colombia sigue sangrando. La realidad de lo que se llamó postconflicto es la continuación del mismo. El gobierno de Iván Duque viene saboteando de manera consciente cualquierposibilidad de consolidar la paz en ese país. El incumplimiento de los acuerdos firmados en La Habana con las FARC, el bloqueo a cualquier negociación con la guerrilla del ELN, el asesinato generalizado de líderes y lideresas sociales, son parte de una estrategia que persigue, lisa y llanamente, el aplastamiento de cualquier disidencia social. No se trata de afirmaciones gratuitas. Organismos internacionales como la ONU o Amnistía Internacional han denunciado en diferentes ocasiones esta situación.
El reciente enjuiciamiento del ex presidente Álvaro Uribe, impulsor de una política de crímenes masivos y fomento de organizaciones paramilitares, es posible que abra un resquicio por el que finalmente se pueda empezar a castigar la impunidad política que existe en ese país con respecto a las violaciones masivas de los Derechos Humanos.Estamos ante un hecho inédito hasta ahora que puede suponer el inicio de un cambio que ponga coto a la violencia oficial.
Dos representantes del Colectivo Luciano Romero de refugiados temporales en Asturies, recién llegados de Colombia, nos contarán la actual situación y hablarán de las posibilidades que se abren en estos momentos para profundizar la lucha por la vigencia de los DDHH y el fin de la impunidad.
Si quieres leer más sobre el tema, un artículo en la revista Viento Sur ahonda en el tema.