Hay "victorias" que saben amargas. Porque en la Playa de la Magdalena de Santander permanece una de las escolleras construídas por considerarse desde la institución que era la única manera
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Hay "victorias" que saben amargas. Porque en la Playa de la Magdalena de Santander permanece una de las escolleras construídas por considerarse desde la institución que era la única manera de preservar el arenal.
Sin embargo, un grupo cada vez mayor de ciudadanxs se fueron acercando a las concentraciones, recitales, conciertos programadas para protestar contra los que se considera "un atentando contra el patrimonio ambiental" de Santander. Sin contemplar opciones alternativas, la obra se llevó a cabo y en este momento, la construcción de una segunda escollera está paralizada de forma indefinida.
Por eso con miembros de la Plataforma contra las escolleras nos preguntaremos que supone esta paralización y cual ha sido el coste económico y ambiental que ha supuesto esta decisión que no ha tenido en cuenta la opinión de la ciudadanía.