El cuarto poemario del escritor santanderino Maxi de la Peña titulado «Sobre los márgenes» transita por nuevas sendas y se reinventa sin perder su identidad literaria con relación a sus
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El cuarto poemario del escritor santanderino Maxi de la Peña titulado «Sobre los márgenes» transita por nuevas sendas y se reinventa sin perder su identidad literaria con relación a sus libros anteriores. Asistimos a una expresión más experimental y como destaca la poeta Dori Campos en su prólogo «Sobre los márgenes» habla de la
lucha, del ser melancólico que ha vuelto sobre sí, por el placer negado del exterior. El autor escribe en el registro de una conciencia social interiorizada, pero también de lo íntimo y onírico. A modo de panícula, como el título de uno de los poemas, es decir en un racimo de racimos, eje central del que se originan otros ejes, que a su vez se
ramifican en ejes terciarios, vamos atravesando la inocencia, la ternura, la humildad, la rabia, los ideales, la fragilidad.
Otra poeta santanderina, Patricia Fernández, en un análisis más alternativo sostiene que Maxi de la Peña destila supervivencia de los que no le mataron y como buen guía, nos lo cuenta. Existe en el poemario una revolución, un empuje a mirar nuestra cuerda, ya que si la localizamos será más fácil romperla. «Sobre los márgenes»
confirma en mayor medida que su anterior «Memoria de pez» el crecimiento poético de Maxi de la Peña que le ha llevado a tener una voz propia.
“Dispara a los focos ¡que estallen!”