Hay pocas veces en los que sintamos que las apuestas tienen tanto sentido. No son muchos los días en que nos desperezamos sintiendo que se ha sembrado la semilla de la dignidad en cada alma presente en un acto colectivo. Hoy es una de esas jornadas.
‘Exhumación, materia cruda’ nos dio anoche, 13 de febrero, en Torrelavega, la oportunidad de que nuestras voces se fundieran con las de Julia, Goya, Carmina y Milagros -las mujeres valientes que enfrentan su pasado y salvan nuestro presente-, de que nuestras dudas encontraran remanso en la pedagogía crítica de Julio del Olmo -el antropólogo forense que saca de la tierra nuestra memoria digna-, de que la voz de Carlos Herrero nos arrullara en el remanso de su nana, de que la fuerza tierna de Mercedes Herrero nos desenterrara para siempre, de que el pisar sin dudas de Patxi nos recordara el peso de las derrotas y la energía de las pequeñas victorias cotidianas de quienes se niegan a la indolencia. Gracias Pez Luna Teatro y a la Asociación de Memoria Histórica de Valladolid con todos los nombres que nos empujan a ser una en ellos.
Junto a ellas, junto a ellos, unas 250 personas que participaron, se re-cargaron, se emocionaron, disfrutaron de la fuerza incontrolable de lo escénico y se fueron a casa mascando el poderoso sabor de la dignidad compartida.
Durante el día… hubo muchos gestos no contados, mucha generosidad no presumida: políticos que se comportaron como imaginamos que debe ser, técnicos municipales que se entregaron para el triunfo de lo común, un colectivo que conjugaba los nervios en un escenario en el que no estaba y estaba al tiempo, unas cachavas que sostuvieron nuestro cansancio y nos hicieron livianas…
Gracias a todas y todos… desde La Vorágine y desde Desmemoriados, memoria colectiva de Cantabria seguiremos trabajando para que el encuentro común y digno sea cotidiano.