La Vorágine nació el 23 de abril de 2013, hace ya casi 5 años, y desde ese día ha tenido cierta obsesión compulsiva por la agri(cultura) crítica. Sembramos y sembramos, e igual que cuando la semilla cae en la tierra, somos conscientes de que no siempre ‘agarra’ y de que, incluso cuando la nascencia arranca con vigor, las amenazas durante el crecimiento son muchas: esta racha de viento helado, aquel granizo imprevisto, el tórrido abrazo del sol veraniego…
Las personas que siembran no esperan cosechar todo… y La Vorágine, en realidad, no espera cosechar casi nada. La propia siembra es nuestro compromiso, nuestra labor en la construcción antisistémica de alternativas. De otras será la tarea del cuidado lento de algunos procesos, de nosotras será el papel de algunos de esos desarrollos.
El año 2017 ha sido una nueva oportunidad para iniciar, continuar o ver caer procesos. En los 12 meses del año, el espacio de cultura crítica que es La Vorágine ha albergado 133 actividades de muy diverso carácter: presentaciones, encuentros, talleres, asambleas, proyecciones, recitales… 133 ‘eventos’ que son siembras y a esos actos de confianza en lo posible y en lo improbable han asistido 3.842 personas, según las cuentas de las que siempre se escapan almas transparentes e, incluso, seres incandescentes. La media, para las fanáticas de la medición, es de 28,8 personas por acción, aunque tratamos de buscar un 0,2 de humanidad que complete ese número renqueante.
Destacar acciones es opacar otras, pero sí nos gustaría recordaros que en este 2017 se han concentrado los dos primeros procesos de investigación sobre el papel de las mujeres en la cultura de nuestra ciudad y de otras cercanas. El primero se tituló Nosotras / Gu geu y el segundo Para Sonar Iguales. Los resultados de estos procesos siempre inconclusos se pueden consultar en Femlabcantabrico.org. También nos gusta constatar que la Surada Poética ha cumplido su cuarta edición, al igual que Cine para Desmemoriados o Militancias. Los procesos que perduran son los que cosechan.
Refugiados, feminismos, poesía de la conciencia crítica, memoria colectiva, lucha por las libertades, contrapeso al fascismo creciente, internacionalismo, cultura crítica… nuestros ejes han seguido vivos y poderosos en 2017 y, además de lo visible, de los encuentros físicos, el colectivo de La Vorágine ha participado en muchos procesos políticos importantes para seguir con la urdimbre de complicidades y de posibilidades desde la periferia.
Más cosas han pasado, sí. Algunas que han supuesto mucho esfuerzo y que, como siempre, ha sido posible gracias a vuestra colaboración. Ha nacido un espacio de trabajo y de visibilización en la Calle Cisneros, 11, y de forma paralela a la asociación cultural La Vorágine Crítica ya existe, en la alborada de 2018, “Cultura crítica de iniciativa social Coop”, el pequeño salto de este proceso para poder sembrar más y mejor.