La Vorágine pide una actuación urgente para salvaguardar la salud del colectivo de refugiados albaneses en Santander
El colectivo La Vorágine quiere urgir a las autoridades responsables a poner en marcha las medidas necesarias para garantizar la salud de las 30 personas originarias de Albania que viven en condiciones de precariedad en un edificio de Santander.
La pandemia del COVID-19 es especialmente peligrosa para colectivos vulnerables para los que es imposible cumplir con las indicaciones de higiene y de distanciamiento impuestas para el resto de la sociedad.
Es urgente que se encuentre un espacio con condiciones de habitabilidad e higiene suficientes para estas 30 personas (un albergue, por ejemplo) y que se les siga asistiendo en materia de alimentación. Queremos recordar que varios de ellos esperan respuesta a sus solicitudes de asilo y que en el resto de los casos, ante una crisis sanitaria como ésta, es indiferente su estatus legal. Si las administraciones han suspendido plazos para todo, estos también deben quedar aplazados y permitir la atención rápida y eficaz.
La Vorágine también quiere pedir a la Delegación del Gobierno en Cantabria que descarte cualquier propuesta de sanción a ciudadanos españoles solidarios con este colectivo que fueron identificados y multados en los últimos días. El decreto de estado de alarma permite salir para cuidar a colectivos vulnerables y, obviamente, el caso de estos 30 ciudadanos albaneses viviendo en condiciones infrahumanas queda cobijado por el decreto.
Desde nuestro colectivo queremos solidarizarnos y agradecer el compromiso de estos compañeros y compañeras que han puesto el bien común por encima de su propia protección.
Por último, desde La Vorágine queremos invitar a toda la ciudadanía a ser especialmente solidaria con todos los colectivos que están sufriendo esta crisis de forma más extrema, entre los que se encuentran los migrantes, las personas sin hogar, las personas privadas de libertad, las personas con diversidad funcional que supone pérdida de autonomía, etcétera. Pidamos a nuestras autoridades que tengan especial sensibilidad ante estos colectivos para que “nadie se quede atrás”, tal y como se ha repetido de forma discursiva y en diferentes ocasiones por parte de los dirigentes regionales y nacionales.