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Autor: REDONDO SÁNCHEZ; PABLO
Editorial: EL DESVELO
Publicado en: 2021
ISBN: 978-84-123544-1-6

“La filosofía tiene protocolos de trabajo muy concretos. En buena medida, depende de dominar las técnicas de escritura y de lectura. En el actual mundo digital, donde los hábitos de lectura y de escritura se están modificando profundamente, surgen cuestiones urgentes: ¿Qué consecuencias tiene para la filosofía la dependencia directa de los nuevos usos influenciados por lo digital? ¿Cuál es su futuro en una época en la que la capacidad de leer y comprender textos no vive sus mejores momentos? En un ambiente poco favorable a la lectura lenta, a la atención sostenida y al pensamiento calmado, ¿se podrá mantener vivo el legado de los textos filosóficos? El pensamiento empieza a estar arrinconado. Este libro analiza cómo se ha llegado a este punto, con la esperanza de que el eclipse de la filosofía no llegue a completarse.
Citas del libro:
«Sin lectores experimentados y bregados en la reflexión sobre los textos, el futuro de la filosofía es tan previsible como el de un equipo sin cantera ni campo para entrenar».
«La filosofía no tiene asegurado un porvenir halagüeño al ser altamente dependiente de actividades concretas cuya práctica se está haciendo cada vez más anómala. Entre ellas destaca, por encima de todas, la lectura atenta».
«La filosofía puede seguir atrayendo a un número relativamente amplio de personas de cualquier edad, pero el progresivo debilitamiento de los hábitos lectores hace que, en muchos casos, el interés no fructifique y no pase de un lema, de una frase que aparece en una camiseta llamativa o de un meme divertido que llega a ser viral».
«No hay modo de aprender a pensar si no se afianzan los hábitos de lectura y de interpretación madura de lo que se lee».
«Quizá sea el momento de volver por una larga temporada, o al menos por unas horas cada día, a la casa de la atención y la concentración».
«No hay posibilidad de seguir siquiera los argumentos más triviales si no se tienen hábitos lectores bien arraigados. Sin estos, dentro de poco incluso los textos más directos y asequibles parecerán galimatías infumables».
«Si los hábitos lectores y de escritura siguen flaqueando, el acceso a la tradición filosófica se hará cada vez más trabajoso para la minoría que lo intente y el momento en el que este bagaje milenario quede envuelto por el olvido no tardará en llegar».