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Autor:
Editorial: ASOCIACION CULTURAL LA ORTIGA
Publicado en: 2024
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“La cultura comunitaria nos abre vías para una vida digna y en común. ¿Qué es la cultura si no está en contacto con las personas, las comunidades, los ecosistemas, las distintas realidades contemporáneas o la memoria necesaria? Vidas en común, con diferentes recorridos e historias de vida, diálogos y reivindicaciones. También disensos, conflictos y mediación. Siempre habitando unas ruralidades que son espacios de vida, de fricción y de disputa, cuyos matices y multiplicidad de expresiones nos nutren como colectivo.

Este número de la revista de arte, literatura y pensamiento La Ortiga recoge algunas de las propuestas que hemos desarrollado en el último tiempo relacionadas con la cultura comunitaria y con nuestras líneas de acción e investigación en procesos de mediación cultural, participación y formación. Desarrolladas dentro de los ciclos Itinerancias y Compartiendo Saberes, han supuesto para nosotras poner toda la atención en la práctica, los procesos, la generación de redes y los resultados en el medio y largo plazo.

En Itinerancias, hemos dedicado un primer ciclo formativo al patrimonio cultural con el objetivo de tejer una red de colectivos e instituciones que trabajen desde un enfoque de comunidades patrimoniales. Un segundo ciclo surge para poner en práctica lo aprendido, para expandirlo, de ahí surgieron varias actividades que desarrollamos en Cantabria. Entre ellas, la residencia artística Itinerancias, coordinada por Carmen Quijano, en la que recibimos al artista Rafael Tormo Cuenca y cuya aportación recogemos en esta revista. Por otro lado, se llevaron a cabo varias actividades en el valle de Campoo en Cantabria: talleres para la comunidad local (prehistoria, arqueología, artes, fotografía y patrimonio inmaterial, entre otros); además de encuentros, aulas rurales, proyecciones y actuaciones de circo en el colegio rural Rodríguez de Celis en Paracuelles.

Han cobrado especial fuerza nuestros ‘Recetarios de memoria’ donde facilitamos espacios y tiempos para hablar y recordar las vivencias de las y los habitantes de un territorio, escuchar sus relatos y acompañar lo que para estas personas es importante y merece ser transmitido y recordado. En este sentido, dedicamos un espacio en La Ortiga a recoger un texto de Audelino Robledo, afectado por el pantano del Ebro y presidente de la Comisión Campurriana para la Historia del Pantano del Ebro, con el que ya hemos colaborado desde hace años en otros proyectos. Merece ser leído con la intensidad de la propia voz de las personas que sufrieron la llegada del agua en aquella época. También reproducimos un extracto del libro Las marzas del antropólogo, editor y poeta Antonio Montesino, director del proyecto cultural La Ortiga entre 1996 y 2015. Lo hacemos porque esta lectura formó parte de un encuentro en torno a las marzas, donde reflexionamos y pensamos junto a grupos portadores del ritual sobre patrimonio cultural inmaterial y el derecho de los pueblos a cambiar las costumbres.

Nos hace mucha ilusión que la historia de vida de este número sea la de Nieves Álvarez, escritora, poeta y artista plástica, con la que hemos compartido tiempos de reivindicaciones, luchas y afectos. Os invitamos a descubrir su obra a partir de este recorrido por su memoria. También hemos tenido el placer de colaborar en la coordinación de un taller formativo facilitado por la artista e investigadora multidisciplinar Seila Fernández Arconada en Alemania: Germinating Futures: Collaborative Art and Care for eco-social (re)balance. Se trata de un taller de formación enmarcado en el proyecto Erasmus+ promovido por la organización alemana Lernlabor, donde participamos como una de las organizaciones colaboradoras que se encargó de seleccionar participantes junto a otras organizaciones de Serbia, Rumanía, Alemania y Polonia. Un camino que seguiremos compartiendo en nuevas propuestas.

Encontrarás todos estos contenidos en La Ortiga 135, una pequeña ‘punta del iceberg’ de todas las actividades, procesos, formación, mediación e investigación que desarrollamos desde Cantabria. Siempre con una mirada en contexto, especialmente desde la potencia de las ruralidades que habitamos.

Siempre con visión internacionalista para conectar, compartir y vivir en común.

Para eso, también, la cultura comunitaria.”