María Galindo: “Ni las causas ni las consecuencias de la pandemia se van a resolver en un laboratorio de microbiología. Estamos ante un hecho político planetario”

Una grafitera no puede evitar hacer grafiti hasta con la palabra y María Galindo estrenó ayer su primera presentación en La Vorágine con dos pintadas en nuestra frente: “La nueva normalidad normalidad es la vieja sumisión” y “La nueva normalidad es el viejo colonialismo”.

Los puntos sobre las íes y el lugar de enunciación clarito. Galindo, fundadora y parte de Mujeres Creando y de Radio Deseo, habla con la seguridad de quien apoya sus pensamientos en la lucha diaria y con la incitación de quien sabe que desde los espacios de confort sólo se logra sestear y cultivar la muerte.

En el primer encuentro de la que hemos denominado como Polifonía del #Apocaelipsis, María Galindo trató de limpiar el debate sobre la pandemia de la espuma mediática y de la contaminación biosanitaria y comenzó dejando varios puntos introductorios claros, incluso subrayando lo evidente, eso que tan habitualmente nos pasa desapercibido por aparentemente obvio.

  • ¿Causa o consecuencia? “No se si ustedes creen que estamos en una post pandemia o si lo que hemos enfrentado es una pandemia. Yo no soy negacionista de los elementos que constituyen lo que puede ser una pandemia, pero de ninguna manera me quedo satisfecha como parte de un coro que dice lo que es esta pandemia. Lo que estamos viviendo es la pandemia como consecuencia y no como causa. Si esto me parece importante, o sea, la pandemia es una consecuencia de un modelo planetario colonial capitalista… es una consecuencia y no una causa… y, al mismo tiempo, se convierte en una causa que produce un conjunto de consecuencias, puede ser muy elemental esto que estoy diciendo, pero creo que no debemos olvidarlo, porque del análisis no debemos confundir las causas que producen la pandemia con las consecuencias que produce la pandemia”.
  • Categorías obsoletas. “Con qué categorías lo analizamos, lo enfrentamos. Estamos ante un acontecimiento planetario de carácter político. Tanto en sus causas como en sus consecuencias, la pandemia no se va a resolver en un laboratorio de microbiología como tampoco se creo en un laboratorio. Es un hecho político de carácter planetario.
    Cómo lee esto la derecha y cómo lo lee la izquierda… el desafío que se nos plantea es que tanto las categorías que vienen de la derecha (liberal), como las que vienen de la izquierda (materialista, marxista), no son suficientes, no sirven para interpretar políticamente lo que está aconteciendo en este nuevo escenario. No es que yo estoy diciendo que no hay derecha y no hay izquierda en la sólita postura que en realidad encubre detrás una visión derechista… sino que digo que ambos cuerpos de categorías se caen porque no sirven para interpretar la situación actual”.
  • Fascismo. “Hay una suerte de reposicionamiento a escala mundial del fascismo, pero además de un nuevo tipo de fascismo, que deberíamos analizar y para lo que tampoco nos sirve el esquema izquierda-derecha. Yo creo que por lo menos en esta parte del mundo, se está produciendo una especie de tránsito de un neoliberalismo -que tenía una especie de oferta democrática liberal de contenidos a la sociedad- a un neoliberalismo de corte fascista”.
  • Ciao a la ficción de los estados soberanos. “Estamos viviendo un recrudecimiento, pero muy evidente, de los poderes supraestatales. Quizá ustedes de manera ingenua pensaban que vivían en estados soberanos, no es así. Los estados son solo operadores secundarios de esas políticas supraestatales. Hemos visto gobiernos que han reaccionado con perplejidad, con incapacidad de manejo de la pandemia. (…) Quizás estamos más gobernados por el Estado nación Facebook que por el Estado nación España o simultáneamente o paralelamente gobernados [por ellos]. Entonces, yo creo que la dimensión del Estado es una dimensión que ha cambiado o que está cambiando casi completamente”.
  • Daño a lo más íntimo y profundo. “Este proceso tienen afectación inédita. Estábamos acostumbradas a afectaciones que terminaban donde estaba la puerta de mi casa o donde comenzaba mi cuerpo. Sin embargo, esta situación supone una afectación sobre los cuerpos, sobre los hábitos, sobre las sensibilidades más profundas del ser humano en cualquier parte del mundo”.

María Galindo quiso honrar el lugar desde donde compartía con nosotras, Bolivia, la emisora Radio Deseo, su propio cuerpo de mujer, su propio cuerpo de mujer lesbiana, y consideraba que “el dolor que se está perpetrando contra nosotras en Bolivia es extremo, es un castigo extremo. En Bolivia y en la región sufrimos cinco pandemias: coronavirus, corrupción, fascismo, pobreza insoportable, violencia machista. En el caso de nuestra sociedad, no existe ningún tipo de institución, cobertura de ninguna especie (salud o economía) porque todo el excedente económico está en los países del norte colonial”.

Ante esta nueva realidad política planetaria , nuestra compañera anarcofeminista nos planteaba cuatro campos de propuestas:

  • Las miradas políticas. “Descolonización, despatriarcalización, ecológico-animalista, tres vertientes políticas, ideológicas desde dónde se pueden encontrar categorías, estrategias de lucha y un nuevo sujeto político para abrir futuro”.
  • Las sensibilidades”. María nos plantea varios espacios de sensibilidad que tener en cuenta:
    1. “Sensibilidad de la pérdida, de la muerte, del funeral… En España, ha habido rituales patéticos, rituales estatales fetichistas que no permiten elaborar la pérdida, el luto y la muerte a las familias. Si no lo elaboras, eso sólo se puede traducir en violencia.
    2. “El miedo, el miedo a la otra, al otro, ese es el indeseable (el extranjero, la negra, la trabajadora del hogar, la mujer en prostitución, la persona trans), una especie de justificación para el fascismo a partir del miedo al otro como un miedo higiénicamente legítimo, sanitariamente bioseguro…
    3. El placer, la fiesta y el deseo. “Hoy lo más subversivo es justamente retomar las riendas del placer, la fiesta y el deseo. Todas las formas de legitimación están relacionadas con el trabajo”.
  • Redefinición del campo político. “El campo político no está restringido o encuadrado al poder de la gestión del Estado, los partidos o las elecciones. Esas estructuras son prácticamente caducas o insuficientes y si no son ninguna de estas dos cosas, son estructuras de simulación. El campo político está en otro lugar, en la calle… Nos están volviendo a meter como en una especie de corral, hay que salir de ese corral y para eso hay que redefinir el campo político… En España quizá haga falta activar otro 15M… ¡pero ya! Hay que trascender la demanda o la queja al Estado… Estamos en un momento de formulación de utopías.
  • La deuda como factor común. “Una de las propuestas estatales casi plantearía es el endeudamiento del estado y del reendeudamiento de la sociedad. El neoliberalismo está construido sobre esa idea y es el endeudamiento lo que ha generado el distanciamiento social porque es una carga individual. Pero yo creo que el tema del endeudamiento, del endeudamiento del Estado y del endeudamiento, de la idea de la familia y del endeudamiento del individuo, es lo que quieren que sea de alguna manera el arma o el instrumento para aplacar cualquier fuerza rebelde. Y también es funcional para, de alguna manera, sostener y tirar para adelante con este capitalismo patriarcal colonial que estamos viviendo. Entonces, creo que es muy importante trabajar sobre eso socialmente, masivamente, porque bueno… muchas veces hay pensamientos que pegan en cinco [personas], pegan en pequeños grupos que pueden constituirse en grupos de conciencia, pero tenemos que armar movidas grandes.
    Somos vidas donde tenemos que encontrar factores en común y un factor en común muy interesante para trabajarlo desde todos los puntos de vista es precisamente el factor deuda que, además, es un idioma que el neoliberalismo nos ha enseñado a trabajar a todos y todas”.

Pues, ala, queda tarea… utilizad este material para discutir, para dudar, para reposicionar… ante este asalto a nuestros seres nos toca formular YA nuevas utopías.

Intervención completa de María Galindo (2 de septiembre, año 1 d.c)

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