Hay una cierta hermandad intuitiva entre aquellas que entendimos que solas no podemos vivir de forma plena. Por eso… no hace falta conocerse de antemano, ni haber presentado credenciales. Somos ‘compas’, ‘hermanos’, ‘hermanas’, ‘panas’, ‘parceros’, ‘primos’… seres equivalentes que luchamos, resistimos y construimos en diversas trincheras pero que sólo con mirarnos nos reconocemos cercanos.
Quizá esto sea lo que explica que Arturo (Garzón) y Sara (Gimeno) se hayan pillado un bus, hayan llegado a Santander, se hayan encerrado en una Vorágine en estado de letargo y hayan intervenido la pared de esta comunidad voraz y nos hayan regalado alma y esperanza con el trazo de sus tizas.
Podréis ver en directo su intervención a partir del 5 de marzo, cuando reabra La Vora, pero sólo queríamos compartir la alegría de compartir, la hermosura de saber que somos muchas en medio de tanto nadie.