Desde finales de octubre hemos estado trabajando intensamente con nuestra amiga poeta Manuelle Parra en un viaje que a todos nos hacía mucha ilusión pero que, ante todo, nos parecía muy necesario. En la organización se habían involucrado, además diferentes organizaciones francesas, desde las asociaciones de memoria de Septfonds o Argelès-Sur-Mer, hasta la Fundación Antonio Machado, Hijos e Hijas de Republicanos Españoles o Voces del Extremo Francia.
Desde noviembre hicimos la convocatoria, animamos a los colectivos, invitamos a asociaciones de memoria, difundimos en medios de comunicación… en fin, hicimos todo lo que sabemos hacer para que ese viaje saliera adelante. La idea inicial era ir con 40 personas y con esa lógica se preparó todo: transporte, alojamiento, etcétera. A mediados de diciembre nos dimos cuenta de que debíamos bajar nuestras expectativas a 30. Y, más tarde, fijamos nuestro objetivo en 25, que era la mínima cantidad que hacía viable el viaje, a pesar de todos los esfuerzos de Manuelle Parra y de los colectivos en Francia para que el viaje fuera lo más económico posible.
No ha sido posible. Al final, se sumaron 17 personas, de las que 4 eran de nuestro colectivo, y eso nos ha obligado a tomar la decisión de suspender el viaje con el tiempo suficiente para no incumplir compromisos económicos, aunque sí sabemos que decepcionamos algunas expectativas de las personas que se inscribieron, de las asociaciones de memoria en Francia y de nuestra incansable Manuelle, que ha trabajado mucho y ha empeñado su palabra en nuestro nombre.
La Vorágine es un colectivo pequeño que trabaja en muchos frentes: memoria histórica, feminismos, ecología, justicia social, derechos básicos, cultura crítica… Y lo hace en una España actual que es dura como las piedras, heredera de una historia infame y de una amnesia sangrante. La Vorágine lucha y trabaja a pesar de las condiciones adversas con la convicción de que somos muchas y podemos ser más, pero, a veces, la realidad nos da lecciones difíciles de aceptar. Esta ha sido una de esas lecciones. No contamos con el tejido humano colectivo suficiente o no hemos alimentado las redes de la forma adecuada. La suspensión de este viaje –y de todas las actividades previstas en él- nos empuja a reflexionar y a actuar. Ese es nuestro compromiso.
Queremos agradecer a todas las personas involucradas, a Manuelle Parra, a las asociaciones francesas y a las personas que confiaron en nosotras al inscribirse por haberse atrevido a soñar en colectivo. Seguiremos trabajando para que ese coser la frontera con energía y poesía soñado por Manuelle y por La Vorágine se llegue a realizar en otro momento.
Mientras, las personas que se inscribieron, pueden coordinar con La Vorágine (info@lavoragine.net) para la devolución del dinero aportado que se hará de forma inmediata.