Los aniversarios sirven para no olvidar, para ponerle memoria a lo vivido y para entender que sólo somos lo que somos porque fuimos lo que fuimos. El 10 de diciembre de 2018, abríamos públicamente la nueva sede de La Vorágine. Se logró en tiempo récord la mudanza de un proceso que acumulaba 5 años y 7 meses de trabajo intensísimo desde la cueva-espacio de rozamiento de la Calle Cisneros, 15. A mediados de octubre, os propusimos cambiar para seguir siendo y para poder ser. Habíamos encontrado un nuevo espacio hermoso, lleno de luz y de posibilidades y la comunidad voraginera respondió de manera alucinante financiando la compleja mudanza en poco más de mes y medio.
La inauguración fue un 12 de diciembre ¿os acordáis? No cabía una aguja en el local de la Calle Cisneros, 69 y aunque muchas cargaban la añoranza del anterior espacio, todas intuíamos que el nuevo lugar podía ayudarnos a sembrar más y a contagiar a más gente de la necesidad del pensamiento crítico colectivo y transformador.
Las emociones nos ratifican en la necesidad de esta mudanza y los datos ratifican lo que el pálpito nos insinúa. Desde que se abrió el local de Cisneros 69 casi hemos duplicado las asistencias a los eventos de La Vorágine, con 7.413 personas que durante estos 12 meses han participado en alguno de los 179 actos, talleres o encuentros realizados. Esta cifra supone un 94% más que en los 12 meses anteriores. También hemos podido casi duplicar el fondo de libros, rozando ahora los 7.000 títulos en oferta permanente, con una nueva y reforzada sección de narrativa y con ampliaciones sustanciales en historia, feminismos o infantil y juvenil.
Estamos seguras de que sólo se puede ser lo que ya se ha sido. Es decir, que el futuro se siembra en el pasado, en la historia trazada, con sus aciertos y errores, con sus incertidumbres y con sus veredas trazadas. Seremos lo que fuimos y queremos agradecerte que formes parte de esta poderosa historia que nos permite a todas resistir a la bestia, residir en nuestro territorio con dignidad y recibir a las otras sin temor al encuentro.