Alfonso Armada es un periodista anguloso y transparente. Así se mostró este martes 14 de mayo en La Vorágine ante la comunidad. Con sencillez, fue desgranando reflexiones sobre el periodismo, el teatro –su atajo expresivo y emocional-, África, Estados Unidos o la perpleja situación de España, enmarañada desde la verdad hasta la epidermis.
Ante la pregunta de cuál es el papel del periodista en esta sociedad de capas superpuestas y mentiras entrelazadas, Armada no planteó una revolución de ese oficio, sino una simple -y a veces quimérica- vuelta a las bases: “Deberíamos ser capaces de contar los lazos subterráneos, los vínculos ocultos… en fin: contar el mundo en toda su complejidad”.
Esta tarea de titanes parece tener desconcertados a los comunicadores de la envoraginada Europa y Alfonso Armada mira hacia América Latina para recargarse de esperanzas y de argumentos. “Los periodistas latinoamericanos vienen llorados de casa; han vivido y viven realidades muy duras, trabajan bajo amenazas y crisis permanente y tiene una mayor capacidad de adaptación… No sé si fuerzo la comparación, pero igual que en los años 60 y 70 se dio el Boom Latinoamericano de la edición y la literatura, ahora me atrevería a decir que se está dando un Boom de la Realidad o un Boom del Periodismo. Los periodistas latinoamericanos son un ejemplo para nosotros”. El escritor y periodista gallego, fundador y editor de la revista electrónica FronteraD y director del máster de Periodismo de ABC destacó los medios digitales centroamericanos, colombianos o del Cono Sur e hizo un llamado a que en España “surja lo mejor de cada área creativa –escritores, pintores, dramaturgos, actores…- para contar lo que nos está pasando”. Ve Armada más capacidad de ‘traducción’ de la realidad en el teatro del circuito alternativo que en el relato periodístico de unos medios agotados y sin capacidad de ver la situación con perspectiva. Algunas excepciones hay pero alojan la mirada de la distancia y citó la magnífica crónica de María Fernanda Ampuero, periodista ecuatoriana afincada en la península, “¿Que no ves que estamos en crisis?”.
Alfonso compartió algunas reflexiones sobre esa África sometida al silencio informativo, al expolio colonial europeo y norteamericano y, ahora, al también silencioso atraco de China; el difícil aterrizaje en Ruanda como puerta de entrada a un continente cuya figura proyecta sombras alternas deinterrogante/depistola/deinterrogante/depistola con el que mantiene una relación compleja; recordó aquellos días en las primeras elecciones de Mozambique; planteó dudas complejas sobre el papel de las ONGs, o sobre la tranquilizadora distancia que Europa pone entre su comodidad y la realidad de exclusión de los países que explota…
Una charla reposada y llena de aristas que cerró la presencia de Alfonso en Santander, después de un fructífero encuentro con una docena de periodistas y comunicadorxs de Cantabria promovido por la Red Ciudadana por la Paz que impulsa el Movimiento por la Paz-MPDL.