El periodismo está en crisis. ¿O es la industria periodística la que lo está? Quizá sean los dos. Por eso, en La Vorágine hemos querido invitar este mes a dos periodistas que desde dentro del sistema son una referencia de periodismo serio, honesto y comprometido. Ayer martes 7 de mayo fue Ramón Lobo quien nos (re) conectó con una manera apasionada, madura y potente de entender una tarea (la periodística) tan necesaria en tiempos de mentiras cruzadas.
Primero, un largo encuentro con 16 periodistas cántabros. Conversación entre profesionales pero con el foco puesto, con el impulso de la Red Ciudadana por la Paz, en cómo mirar (y contra) os conflictos cotidianos con una ética que rescate a la gente, que aporte la información y los matices necesarios para que el ruido no triunfe en el silencio mediático dominante. Después, una charla abierta con unas 50 personas que se acercaron a La Vorágine cuando la tarde noche permite la calma.
“Los periodistas hemos dejado de hacer nuestro trabajo hace tiempo: tocar las pelotas al poder”. Ramón Lobo se decantaba ayer por un periodismo “incómodo”, que hable de la gente y descarte los testimonios oficiales acartonados, que haga el (los) relato (s) de la realidad huyendo de las ruedas de prensa: “esa puesta en escena de las mentiras”.
No se puede mirar la situación del periodismo sin evaluar la calidad de la sociedad en la que se desarrolla. Lobo fue duro con la española. “Este es un país en el que se educa para obedecer, no para pensar de forma crítica”. Y, cuando se hace el poder te califica como nazi o etarra”, recordando las reiteradas acusaciones de los responsables del PP a los movimientos sociales que buscan criminalizarlos. Siendo así, queda poco espacio para una ciudadanía que también exija un periodismo crítico y de calidad. La degradación ha llegado a tal punto que puede existir La Razón, “un medio al que Mongolia ha demandado por competencia desleal como producto humorístico”.
En medio del desierto crítico, algunas esperanzas pone Ramón Lobo en los nuevos medios que están surgiendo de la sangría laboral en la industria de la comunicación. “Unos 10.000 periodistas han perdido su empleo desde 2008” y eso ha provocado, como recordó, el nacimiento de medios como La Marea, El Diario.es, InfoLibre, Mongolia o Alternativas Económicas… Y nosotros sumamos a Diagonal, el semanario Directa, la red de medios alternos surgidos tras el 15M o espacios de información y análisis crítico como Madrilonia. La pregunta que queda en el aire es si esta sociedad “querrá pagar por periodismo crítico de calidad” porque si no lo hace no será sostenible.
Seguiremos con el debate y con los encuentros. De momento, os invitamos este sábado 11 de mayo, a las 18h, a la charla con Margarita Padilla, una de las personas que más controla en este país sobre el hackactivismo y los entresijos de nuevos medios (WikiLeaks, por ejemplo) y formas (Anonymous, por ejemplo). El siguiente martes día 14 de mayo, a las 19h, estará en La Vorágine, el periodista, escritor y dramaturgo Alfonso Armada.
El periodismo está en crisis. ¿O es la industria periodística la que lo está? Quizá sean los dos. Por eso, en La Vorágine hemos querido invitar este mes a dos periodistas que desde dentro del sistema son una referencia de periodismo serio, honesto y comprometido. Ayer martes 7 de mayo fue Ramón Lobo quien nos (re) conectó con una manera apasionada, madura y potente de entender una tarea (la periodística) tan necesaria en tiempos de mentiras cruzadas.
Primero, un largo encuentro con 16 periodistas cántabros. Conversación entre profesionales pero con el foco puesto, con el impulso de la Red Ciudadana por la Paz, en cómo mirar (y contra) os conflictos cotidianos con una ética que rescate a la gente, que aporte la información y los matices necesarios para que el ruido no triunfe en el silencio mediático dominante. Después, una charla abierta con unas 50 personas que se acercaron a La Vorágine cuando la tarde noche permite la calma.
“Los periodistas hemos dejado de hacer nuestro trabajo hace tiempo: tocar las pelotas al poder”. Ramón Lobo se decantaba ayer por un periodismo “incómodo”, que hable de la gente y descarte los testimonios oficiales acartonados, que haga el (los) relato (s) de la realidad huyendo de las ruedas de prensa: “esa puesta en escena de las mentiras”.
No se puede mirar la situación del periodismo sin evaluar la calidad de la sociedad en la que se desarrolla. Lobo fue duro con la española. “Este es un país en el que se educa para obedecer, no para pensar de forma crítica”. Y, cuando se hace el poder te califica como nazi o etarra”, recordando las reiteradas acusaciones de los responsables del PP a los movimientos sociales que buscan criminalizarlos. Siendo así, queda poco espacio para una ciudadanía que también exija un periodismo crítico y de calidad. La degradación ha llegado a tal punto que puede existir La Razón, “un medio al que Mongolia ha demandado por competencia desleal como producto humorístico”.
En medio del desierto crítico, algunas esperanzas pone Ramón Lobo en los nuevos medios que están surgiendo de la sangría laboral en la industria de la comunicación. “Unos 10.000 periodistas han perdido su empleo desde 2008” y eso ha provocado, como recordó, el nacimiento de medios como La Marea, El Diario.es, InfoLibre, Mongolia o Alternativas Económicas… Y nosotros sumamos a Diagonal, el semanario Directa, la red de medios alternos surgidos tras el 15M o espacios de información y análisis crítico como Madrilonia. La pregunta que queda en el aire es si esta sociedad “querrá pagar por periodismo crítico de calidad” porque si no lo hace no será sostenible.
Seguiremos con el debate y con los encuentros. De momento, os invitamos este sábado 11 de mayo, a las 18h, a la charla con Margarita Padilla, una de las personas que más controla en este país sobre el hackactivismo y los entresijos de nuevos medios (WikiLeaks, por ejemplo) y formas (Anonymous, por ejemplo). El siguiente martes día 14 de mayo, a las 19h, estará en La Vorágine, el periodista, escritor y dramaturgo Alfonso Armada.