Una de las líneas de compromiso más claras del colectivo de La Vorágine es el del internacionalismo y el acompañamiento a los pueblos y colectivos que resisten a la embestida de este sistema de muerte. Por eso estamos tan contentas de haber podido participar en el proceso de la Cartografía de la Desaparición Forzada en Colombia, un esfuerzo colectivo en el que un grupo de personas voluntarias han mapeado, por primera vez, los algo más de 80.000 casos de personas desaparecidas forzadas de los que hay registro en ese país.
Un equipo interdisciplinar, agrupado en la organización Human Rights Everywhere (HREV), ha realizado esta primera Cartografía de la Desaparición Forzada en Colombia, un “relato siempre incompleto de lo invisibilizado”. La cartografía cuenta con una versión digital (www.desaparicionforzada.co) que ya acumula 200 mapas sobre este delito y esta semana se presenta en Colombia la versión en papel, que incluye 72 mapas y diversos ensayos que abordan la desaparición forzada desde ópticas como la territorial, jurídica, geopolítica, víctimas o desde la antropología social.
Esta semana la Cartografía ya está presentándose en Colombia y allá está una de nuestras compas, Paco Gómez Nadal, quien ha sido el encargado de la coordinación editorial de la versión impresa de la Cartografía. Emmanuel Gimeno, también de La Vorágine, ha realizado el diseño y la maquetación, así como ha colaborado en el trabajo de creación de una iconografía propia. La Editorial La Vorágine, además, se ha comprometido a imprimir loe ejemplares con los que Erik Arellana Bautista, uno de los miembros del equipo e hijo de Nidya Erika Bautista, desaparecida forzada el 30 de agosto de 1987, hará incidencia política en Europa en el mes de octubre.
Colombia ha superado todas las cifras del horror. Entre 1958 y 2018, el Centro Nacional de Memoria Histórica ha logrado documentar 80,472 personas que fueron víctimas de desaparición forzada, un 168% más que en Argentina, un 114% más que en México o un 101% más que en Guatemala. A pesar de eso, casi nada se ha estudiado el fenómeno en Colombia y los datos oficiales, la mayoría de las veces, son contradictorios.
Dice el poeta Juan Manuel Roca en el prólogo de la Cartografía que “es bueno repetir que el país que resiste no se cansa de preguntar al Estado –a sus abiertos o embozados victimarios- por los hombres y las mujeres desaparecidos”. Y, según HREV, la pregunta sigue siendo pertinente porque el 99,51% de los casos sigue en la impunidad. Así que en 172 páginas y con la participación de 11 colaboradoras se hace un complejo y extenso análisis del fenómeno. Os invitamos a conocer este material cargado de memoria y dignidad.
