Universidad de Cantabria: Hablar de paz, alimentar la guerra

Cuando una persona entra al Paraninfo de la Universidad de Cantabria (UC) lo primero que se encuentra son los frescos de Luis Quintanilla Isasi titulados “Ama la Paz y Odia la Guerra”. El doble discurso de la UC se resquebraja ante la obra pictórica que plasma con crudeza los efectos de la guerra sobre una población civil que siempre es víctima e, incluso sobre unos combatientes que no deciden sus batallas.

Mientras tanto, la misma entidad pública, se abraza con pasión al llamado clúster de la industria de defensa. Este conglomerado de industrias de muerte no solo estimula la guerra como posibilidad de expansión capitalista, sino que participa de la llamada “guerra cultural” eligiendo con precisión su nombre y las fechas en las que construye su narrativa. De hecho, el Clúster de la Industria de Defensa (CID) nace formalmente el 10 de julio de 2019, coincidiendo con el 920 aniversario del fallecimiento de El Cid. El tufo al discurso nacionalcatólico españolista rezuma de una iniciativa que, en teoría “sólo” es empresarial.

Para que la maquinaria de guerra funcione hacen falta socios y en Cantabria, además de la Cámara de Comercio y un par de colegios oficiales (Economistas e Ingenieros Industriales), hay dos instituciones públicas que apoyan con entusiasmo este clúster: la empresa pública Sodercan y la Universidad de Cantabria.

Las compañeras de C.E.B.R.A. (Colectivo En Busca de una Respuesta Antimilitarista) llevan ya cuatro meses denunciando el “Curso de Experto en Guerra Electrónica” que la Universidad de Cantabria ha promocionado como parte de su compromiso con el Clúster de la Industria de Defensa (CID) de Cantabria. Según CID, el título es un postgrado en “un ámbito tecnológico con alta demanda laboral”. La guerra es una ‘oportunidad’ para encontrar trabajo.

C.E.B.R.A. ha denunciado “al CID como una estructura inmoral contra la que la sociedad debemos reaccionar y mostrar nuestra indignación y rechazo”. Destaca el colectivo que, si bien están radicalmente en contra de este conglomerado de empresas e instituciones privadas y públicas, y cómo se le está dando apoyo institucional ante un alarmante silencio mediático, “es vergonzoso el papel que está cumpliendo la Universidad de Cantabria, como institución pública que forma parte del CID, albergando cada vez más eventos militaristas”.

El colectivo La Vorágine está en línea con los reclamos de C.E.B.R.A. y considera que la Universidad de Cantabria invierte sus recursos públicos y sus capacidades en alimentar la guerra, en lugar de odiarla, como recomendaba prudentemente Quintanilla Isasi. C.E.B.R.A. lleva concentrándose semanalmente desde hace año y medio en la Plaza del Reenganche de Santander y ha realizado varias campañas de recogidas de firmas. Aunque han intentado realizar eventos informativos en la propia Universidad de Cantabria y la Vicerrectoría encargada se ha negado a prestar espacios con esta respuesta (una vez finalizado el curso académico y ya vacío de estudiantes el campus: “(…) somos una institución académica que favorece el debate universitario y, por tanto, como vicerrector con competencias en materia de cesión de espacios, no tendría problema en autorizar una petición de uso de los mismos que tenga como finalidad analizar aspectos como los conflictos armados, las crisis humanitarias y/o cualquier otro tema similar. Sin embargo, no puedo autorizar una petición de espacios que tiene como finalidad explícita protestar específicamente contra un curso de experto aprobado, como indica la normativa en vigor, por los órganos colegiados representativos de la institución”.

C.E.B.R.A. también ha pedido reunión con el rector para entregarle las firmas y explicar la posición del colectivo, pero no han obtenido respuesta.

Además, durante la concentración que realizamos en mayo en el Campus, contra el acto de presentación de SMS, la seguridad privada de la Universidad nos estuvo controlando mientras en algún caso hacían llamadas telefónicas. Posteriormente la Policía Nacional nos buscó por el Campus cuando ya nos habíamos marchado de la ubicación de la concentración, y se nos retuvo durante unos 15 minutos para identificarnos y hacer “comprobaciones”. Todo ello a pesar de que teníamos el certificado de comunicación de la concentración impreso en papel, el cual mostramos inmediatamente. 

C.E.B.R.A. recuerda que mientras a elles se les niegan los espacios, la UC no tuvo empacho en ceder espacios, por ejemplo, al partido de extrema derecha VOX. A este partido, se le aceptó una solicitud para realizar un acto en el Paraninfo de la Universidad de Cantabria en 2019. Por si fuera poco, recientemente, el pasado 15 de mayo de 2023, ofrecieron espacio a un nuevo acto de campaña de esta formación política que defiende y promueve valores racistas, machistas, LGTBIfobos y, en definitiva, reaccionarios a todos los niveles.

La guerra empieza aquí, en el campus de la UC o en el puerto de Santander, desde donde parten tanques y municiones para la guerra en Ucrania. La guerra se cocina en los silencios administrativos y en la indiferencia provocada por la desinformación y la normalización del “negocio de la guerra”. Desde La Vorágine os animamos a participar en las próximas actividades planteadas por C.E.B.R.A. Este jueves 27 de julio tendrá lugar en Villapresente (Barrio Villapresente, 58) una charla-debate sobre la campaña, como parte también del IV Encuentro de verano del Colectivo Noviolencia. Además, el viernes 28 de julio, a partir de las 19 h. tendrá lugar una manifestación en protesta contra todos los hechos que viene denunciando C.E.B.R.A. denunciando, que saldrá desde la Plaza del Reenganche y terminará junto a la Plaza Porticada.

Si quieres conocer más sobre la campaña y sobre la constante y coherente actividad de C.E.B.R.A., entra a: https://cebra.antimilitaristascantabria.info o escribe a contacta@antimilitaristascantabria.info

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