Las indigestas uvas, los propósitos sin anclaje real, los deseos sin necesidad de raíces, algunos abrazos memorables, una resaca conjugada y conjurada en olvido… el inicio de un año, en este caso el 2014, puede ser brutalmente apabullador.
Por eso, La Vorágine te propone un plan para desengrasar el cordero e imaginar que somos seres humanos hermosos, sensibles y poderosos. Y para ello, nada mejor que la música de El Ser Humano (Gonzalo Fuster). Será el jueves 2 de enero, a las 20h, y la verdad, si te somos sincerxs, NO PUEDES perdértelo.
Te contamos de El Ser Humano haciendo un collage de notas aparecidas en Valencia. Fíjate: “Fuster tiene fama de ser un buen tipo, una buena persona. Sólo así se entiende que decidiera bautizar su actual proyecto musical con el impactante nombre de El Ser Humano. Miembro visible de Trinidad y Ontario, Fuster emprendió, hace ya varios meses, un peculiarísimo camino en solitario (aunque acompañado de incontables amigos), fundamentado en unos grados de intimismo, sensibilidad y desnudez que llegan a turbar. Incluso más que su facilidad para construir letras que se mecen en sonidos, todos ellos tan sencillos (sólo en apariencia), que uno sabe que siempre acabarán estallando en una complicada madeja”.
El su último disco, Pyla Pan, Fuster “compone con la desvergüenza del que se sabe libre y sin complejos. El castellano, si se sabe jugar con él y su sonoridad, es un regalo precioso para expresarse y él lo hace sin tapujos. Juega con la ventaja de poseer una garganta fecunda y profunda en recursos; un aparato enorme, siempre apoyado en lumínicos coros, con el que descolocar al grato oyente y pasar del Do al Si con la impúdica luz salpicando todo. Narraciones sugestivas y musicalizaciones complicadamente desnudas, para pasar la vida, repletas de fantasmas y ensoñaciones interiores, pero también referencias próximas, suyas, nuestras. Porque, en Pyla Pan, Gonzalo tira, sin rubor, de guiños cercanos (sobre todo, en torno a referencias musicales), una práctica que, al contrario de lo que muchos piensen, tiene mucho más de espíritu cosmopolita que de cerrazón provinciana”.
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